Gerardo Berdejo, el director de teatro Guillermo Castrillón o Renato Pazos Niño de Guzmán, son ejemplos claros de como a la justicia peruana no le importa si son varias mujeres las que denuncian a un mismo agresor, pues igualmente los libera de polvo y paja. Incluso si el agresor es detenido en flagrancia como en el caso, del mal llamado, "Monstruo de Chontalí". Cuando una mujer denuncia la única garantía es que la juzgada y revictimizada, será ella
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